Por mucho tiempo sentí que debía proteger mi vulnerabilidad, porque si me mostraba tal como era, me sentía indefensa y entonces debía protegerme y condicionar el cómo me mostraba ante los demás, al expresar lo que sentía y pensaba.
En mi proceso de aprendizaje personal, entendí los beneficios de ser vulnerable, lo cual cambió mi chip de manera abrupta.
Recuerdo que me preguntaba: ¿Cómo puede ser positivo el ser vulnerable?
Bueno, no es ficción, es realidad y quiero compartirlo para explicar cómo podemos aprender a ver desde el otro lado, las cosas que por tanto tiempo hemos creído.
Cuando decidimos abrirnos al mundo sin máscaras, nos dejamos ver tal cual somos y allí somos vulnerables.
A propósito, te recomiendo que vayas a ver el video en mi canal de YouTube: Las máscaras que usamos en la vida ¿Porqué las usamos?
Siguiendo con las reflexiones que tuve, me di cuenta de que en algunas situaciones cuidaba de mostrarme vulnerable para no ser considerada como débil, exhibir que era capaz y suficiente, y porque deseaba tener mayor admiración de los demás. Creía mostrarme más fuerte, pero debo confesar que en realidad no lo sentía por dentro.
Aprendí a dejar ver mi vulnerabilidad y lo frágil que en algún momento puedo ser, y fue allí cuando la fortaleza, humildad y coraje, aparecieron en todo su esplendor.
En el post de Instagram del día de hoy, analizo las seis acciones que nos permiten mostrar nuestra vulnerabilidad y que paso a explicarlas rápidamente:
Pedir y recibir ayuda: cuando solicitamos ayuda, reconocemos que hay algo que no podemos hacer solos y necesitamos de los demás. De igual forma, cuando recibimos la ayuda de los demás con agradecimiento.
Mostrarnos como somos: tener la libertad para expresar nuestra verdadera naturaleza y lo que nos nace del corazón, siendo coherentes con nosotros mismos.
Decir lo que sentimos: cuando podemos expresar abiertamente lo que sentimos sin preocuparnos por lo que piensen los demás, de manera honesta, respetuosa y cuidadosa.
Reconocer nuestros límites: cuando los aceptamos y vemos las oportunidades de desarrollo que tenemos, admitimos lo que no sabemos y lo que nos sobrepasa.
Ser auténticas(os): ser nosotros mismos, sin querer imitar a nadie. Responder a nuestros propios valores y lo que tiene significado en nuestras vidas, fluyendo con cada circunstancia que se nos presente, sin forzarnos.
Expresar nuestras emociones: Poderlas mostrar con fluidez y naturalidad, sin tenerlas que ocultar ni disfrazar.
Sé que puedes estar pensando… Eso no es tan fácil. Pero te expreso que sí es posible, si avanzas cada día en las etapas que debes cumplir para llegar hasta donde te has propuesto.
Por eso, hoy soy consciente de la importancia de la vulnerabilidad, pues por medio de ella, nos acercamos a los demás y creamos vínculos más fuertes. No solo ver mi vulnerabilidad, sino alentar a que otros la experimenten, pues el resultado desde mi propia vivencia es bienestar.
“Ser vulnerable, es aceptar también nuestros límites físicos, cuando no me sentí en capacidad de terminar de escalar la pirámide del Sol de Teotihuacan y pedí ayuda a mi esposo y pude descansar y tomar fuerza en la mitad de ella”
Empieza avanzando con lo simple, como lo hice yo, pidiendo un favor, que te presten algo y pidiendo que hagan algo por ti. Eso te fortalecerá al descubrir todos los beneficios que te traerá.
Eres un ser único, completo, suficiente y con una gran capacidad de aprender y de recibir amor. Hoy me miro a mí misma con más compasión, amor y cuidado. Sé que puedo aprender, crecer, avanzar y desarrollarme en lo que desee y que puedo trabajar cada día en ser un ser mejor humano. También que no conozco y que no lo sé todo. Soy humana.
Te dejo estas tres preguntas para que reflexiones:
¿Qué te estás perdiendo por no mostrar tu vulnerabilidad?
¿Qué te impide ser auténtica(o)?
¿Qué es lo que temes o te avergüenza al mostrarte vulnerable?
Te dejo este Link del video de Brené Brown quien estudia el coraje, la vulnerabilidad, la vergüenza y la empatía. Por si deseas ampliar este tema.